¿CUAL ES LA ESENCIA DEL CRISTIANISMO?

Actualizado: 27/08/2012

A muchos de nosotros los cristianos, muchas veces nos han hecho preguntas difíciles de responder en su momento pero que con los años uno reflexiona y se da cuenta que estas preguntas SI TIENEN RESPUESTA.

A continuación transcribo una interesante historia que le sucedió a un misionero llamado MAX LUCADO con un irlandés llamado IAN, que es un extracto del libro “Con razón lo llaman El Salvador” de Max Lucado. IAN era una persona confundida respecto a la Fe Cristiana y comienza la conversación interesado en saber cuál era la parte más importante del cristianismo. Leamos a continuación:

IAN: Quiero saber qué es lo que cuenta

Profundo acento irlandés. Profundos ojos negros. La afirmación era sincera

IAN: No me hable de religión; ya he ido por ese camino. Y por favor, déjese de teologías; tengo un título en eso. Vaya al corazón del asunto, ¿entendido? Quiero conocer lo que en verdad cuenta.

Su nombre era lAN. Era estudiante en la universidad canadiense que me encontraba visitando. A través de una serie de detalles él descubrió que yo era cristiano y por ciertas charlas me di cuenta de que él quería serlo, pero que estaba desencantado.

IAN: Yo crecí en la iglesia – explicó – Quise entrar en el ministerio. Tomé todos los cursos, la teología, los idiomas bíblicos, la exégesis. Pero yo renuncié. Justamente algo no calzaba. Algo que está allí, en alguna parte – habló con ansiedad –. Por lo menos pienso que está.

Levanté la mirada desde mi café cuando él comenzó a menear el suyo. Entonces resumió su frustración con una pregunta.

IAN: ¿Qué es lo que realmente importa? ¿Qué cosa es la que cuenta? Dígame. Deje de andar por la periferia. Vaya a la esencia.

Miré a lan por largo tiempo. La pregunta quedó flotando en el aire. ¿Qué debería haber dicho? ¿Qué podía haber dicho? Podría haberle hablado sobre la Iglesia. O tal vez haberle dado una respuesta doctrinal o haberle leído algo clásico como el Salmo 23: «El Señor es mi pastor...» Pero todo eso parecía demasiado pequeño, tal vez algunos pensamientos sobre la sexualidad, o la oración, o la Regla de Oro. No; lan quería el tesoro. Él quería lo fundamental. Deténgase un momento y póngase en su lugar por un segundo. ¿Puede oír su pregunta? ¿Puede sentir el sabor de su frustración?

IAN: No me dé religión – estaba diciendo –. Deme lo que importa.

¿Qué cosa importa?

En la Biblia de usted, de más de mil páginas, ¿qué es lo importante? Entre todos los «haga esto y aquello no lo haga», los «debe y no debe», ¿qué es esencial? ¿Qué es indispensable? ¿El Antiguo Testamento? ¿El Nuevo? ¿La gracia? ¿El bautismo? ¿Qué le hubiera dicho usted a lan? ¿Le hubiera hablado del diablo en el mundo o de la eminencia del cielo? ¿Le habría citado Juan 3:16, o Hechos 2:38, o tal vez leído la 1 Corintios 13? ¿Qué importa, realmente?...

¿Es esto todo lo que hay? Asistencia del día domingo. Hermosas canciones. Diezmos llenos de fe. Cruces doradas. Vestidos de tres piezas. Grandes coros. Biblias de cuero. Esto es bonito y todo, pero... ¿Dónde está el corazón, la esencia de todo esto?

Revolví mi café. IAN revolvió el suyo. Yo no tenía respuesta. Todos mis versículos tan obedientemente memorizados parecían inapropiados. Todas mis respuestas «enlatadas» parecían pobres, chatas. Sin embargo, ahora, muchos años más tarde, sé lo que debería haberle contestado a él.

Hacemos un ALTO aquí para resaltar que a veces a los cristianos nos toma años en entender ciertas doctrinas de la Fe Cristiana, y así como a Max Lucado, a todos los cristianos nos pasa lo mismo. Esta pregunta de IAN no es fácil y se complica aún más con las expectativas de quién espera una respuesta satisfactoria, pero la respuesta es simple como todo en la Biblia…

Pero ¿Cuál es la respuesta?

La respuesta esta en la CRUZ. En la cruz está la manifestación MAS GRANDE DE AMOR que puede existir: LA MUERTE DE JESUCRISTO, ésta es la Esencia del Cristianismo.

El Cristianismo sin la CRUZ, sería solamente un conjunto de normas, de citas sapienciales, de historias milagrosas, de profecías, de disciplinas espirituales, de sacrificios y rituales, de historias heroicas, de historias fantásticas, etc.

LA MUERTE DE JESUCRISTO es la Esencia del Cristianismo que a diferencia de otras religiones, nunca un DIOS se hace carne y DA SU VIDA por salvar la nuestra. Este acto de amor es UNICO entre cualquier religión.

Este acto de amor supera incluso a cualquier historia de amor sacada de la ficción: Es mejor aún que lo que hizo aquel héroe de la película “Armagedón” que dio su vida para salvar a su familia y al mundo entero de la destrucción inminente. Es mejor aún que lo hecho por el Gran León Aslan que dio su vida por salvar la del príncipe Edmund y de toda Narnia en la película “La Crónicas de Narnia I” (Según el mismo Autor de esta historia, Aslan sería una versión alternativa de la historia de Cristo). EL AMOR DE JESUCRISTO es mayor aún de lo que hizo el héroe de “Titanic”, que dio su vida por salvar la de su amada.

Ni la ficción ni la realidad ni la religión, han podido superar lo que hizo Cristo. Pues nadie siendo rico se haría pobre por un grupo de pecadores como nosotros, ningún Dios Mitológico tampoco se hizo hombre para ser humillado y maltratado por seres humanos pecadores como nosotros. Y lo maravilloso de todo esto es que JESUCRISTO es real, todo lo que hizo fue real y su promesa muy pronto se hará realidad.

Por eso no desaproveches la oportunidad de cambiar tu vida, pues Cristo murió en la Cruz para darte la oportunidad de rehacer tu vida y comenzar otra vez.

Pero leamos lo que Max Lucado dice acerca de aquella pregunta que hace años le había hecho IAN, leamos a continuación:

Sin embargo, ahora, muchos años más tarde, sé lo que debería haberle contestado a él. Piense sobre estas palabras de Pablo en 1 Corintios, capítulo 15. «Porque, primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras. Porque primeramente...», dice.

Siga leyendo: «Y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras, y que apareció a Cefas, y después a los doce». Aquí está. Casi muy simple. Jesús fue muerto, enterrado y resucitado. ¿Sorprendido? Lo que importa es la cruz. Ni más, ni menos. La cruz. Cristo descansa en la cronología de la historia como un refulgente diamante. Su tragedia resume la de todos los que sufren. Su absurdo atrae a todos los cínicos. Su esperanza anima a todos los buscadores. Y según Pablo, la cruz es lo que cuenta.

¡Madre mía! ¡Qué pedazo de madera...! La historia la ha idolatrado y la ha despreciado, la ha hecho una cruz de oro o plateada y hasta la ha quemado, la ha usado y la ha tirado. La historia ha hecho todo con ella, menos pasarla por alto.

Esa es la única opción que la cruz no ofrece. ¡Nadie puede dejarla de lado! Usted no puede pasar por alto un pedazo de madera que sostiene la más grande proclamación en la historia. ¿Un carpintero crucificado proclamando que Él es Dios en la tierra? ¿Divino? ¿Eterno? ¿El destructor de la muerte?

No se sorprenda entonces que Pablo llame a esto «la locura del evangelio». Su afirmación es sensata: si el relato es verdadero, es el eje de la historia. Punto. Si no, es el engaño de la historia... Un obrero judío cuya proclama alteró a todo un mundo, y cuya promesa nunca ha sido igualada. No se sorprenda de que lo llamen el Salvador.

Me estoy preguntando si no podría estarme dirigiendo a algunos lectores que tengan la misma pregunta que lan tenía. Oh, la cruz no es nada nuevo para usted. Usted la ha visto. Usted la ha usado. Ha pensado en ella. Usted ha leído acerca de ella. Tal vez haya orado ante ella. Pero, ¿la conoce? Cualquier estudio serio de la proclama cristiana es, en su esencia un estudio de la cruz. Aceptar o rechazar a Cristo sin un cuidadoso examen del Calvario es como decidirse por un automóvil sin considerar el motor. Ser religioso sin conocer la cruz es como poseer un Mercedes sin motor. Bonita carrocería, pero ¿dónde está su poder?

Con estas palabras de Max Lucado, queda claro que un estudio serio de la CRUZ es importantísimo en la vida del cristiano, pues en aquella cruz esta plasmado el GRAN AMOR DE DIOS para con los hombres.

La MUERTE DE CRISTO paradójicamente ha permitido dar VIDA a millones de personas, las cuales han sido libradas de la esclavitud del pecado. Por tanto no permitas que el pecado siga destruyendo tu vida. El pecado DESTRUYE EL AMOR, eso no lo olvides. La homosexualidad, el adulterio, el sexo sin compromiso, la sodomía, etc. si bien han sido aceptados SOCIALMENTE, sin embargo siempre serán pecados y siempre tendrán malas consecuencias en tu vida y en la vida de los que te rodean. Tienes que alejarte del pecado antes que te destruya.

Te invitó a que leas el EVANGELIO I y II de mis anteriores publicaciones. El evangelio no es más que la CRUZ más la promesa de la RESURRECCION. Es maravilloso.